Este plato perfecto para desayunar es tan fácil que no sé porque no lo preparo más seguido, además rompe la rutina de sabor de una arepa, un sandwich o una empanada.
Se hace una mezcla de un huevo, azúcar y canela al gusto, en una sartén caliente se derrite mantequilla y se van mojando las rebanadas de pan cuadrado en la mezcla y directo a la sartén a dorar.
Acompáñalas con lo que más te guste, en nuestro caso el sapito se las come con mermelada y un queso blando como telita, guayanés o paisa. Yo intento ponerle queso amarillo uruguayo y jamón de pavo, aunque en mi país todo depende de lo que se consiga.
Sabores: a él le gustan mucho y a mi me hace feliz complacerlo.
Besos de Chocolate
Nadeska
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